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Bienvenidos al Blog del "Taller de Creación Literaria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas", el cual fue creado por la profesora Graciela González Blackaller, actual coordinadora, la Lic. Clara García Sáenz es la Titular de Departamento de Literatura.

El taller tiene la función de orientar a las personas con habilidades literarias, enfocándose en la redacción, creatividad y fomentando la libertad de escritura. Se analizan todos los géneros literarios: poesía, ensayo, cuento, novela, entre otros; así mismo, se da un tiempo para revisar obras de escritores reconocidos internacionalmente, se comparte bibliografía con el fin de difundir la cultura:

Para escribir hay que leer primero.


Actualmente el taller se imparte los Sábados, de 10:00am a 12:00pm, por
Lorena Illoldi (poesía) yAlfredo Marko (cuento). La sesión consiste en la revisión de trabajos (se requieren copias del trabajo que se reparten entre los participantes con el fin de realizar anotaciones en ellas) con el fin de una mejora en la redacción y estructura de los textos.

La inscripción es para público general y estudiantes de la UAT (con un descuento a los últimos).


Te invitamos a que formes parte de este Taller de Creación Literaria, pide informes en:

  • Extensión Universitaria: 31 81717 ext. 2694
  • Lic. Clara García Sáenz: csaenz@uat.edu.mx
  • Lorena Illoldi (illoldi_@hotmail.com),
  • Alfredo Marko (leteol@hotmail.com),
  • Eyra Wong (e_garibay_w@hotmail.com).


El taller está ubicado en la Dirección de Extensión Universitaria (Atrás de la Facultad de Comercio en la UAT).

sábado, 29 de noviembre de 2008

Melodía Reptante. Eyra Wong. 3a revisión.

Melodía Reptante

Eyra Wong


Con las rodillas raspadas y las manos llenas de tierra, me aferré a la rama en que me había logrado sentar, por fin estaba arriba de un árbol como los demás niños. Me sentía tan feliz que cuando escuché esa melodía creí que era parte de mi emoción, fue la primera vez que los vi.

Ella dirigía la música, tendría mi edad, o quizás era menor; se arrastraba con rapidez. En su cabello se movían insectos y hojas. Conforme avanzaba tomaba con su lengua todo lo que estaba en el suelo, masticaba ramas y piedras, que quebraban sus dientes. Atrás de ella, un hombre sin ojos pateaba sus piernas para saber hacia dónde ir; tenía un hueso con agujeros que usaba como flauta, las notas que emergían eran profundas y melancólicas. Un poco más atrás, apareció una hermosa mujer con el rostro cubierto por sangre, sostenía con ternura el cuerpo decapitado de un bebé, bajé lo más rápido que mi coordinación lo permitió y tuve el impulso de acercarme a levantar la cabeza que llevaba encadenada al pié.

Al final del grupo caminaba aquel ser cubierto por escamas anaranjadas que crujían con cada movimiento; era más alto que mi padre, pero demasiado delgado, se detuvo en medio de la gente y abrió la boca, sus finos labios dejaron escapar lamentos que fueron acompañados por el resto del grupo; la niña masticaba con fiereza las rocas marcando el ritmo, el ciego tocaba la flauta moviendo su cuerpo hacia los lados y la mujer arañaba el cuerpo que sostenía, la cabeza del niño gemía siguiendo la canción. Cerré los ojos para escuchar con claridad.

Un golpe de mi padre me hizo abrir los ojos, las escamas del ser brillaban y una mariposa escapó de su boca junto con un grito; el insecto tenía todos los colores que yo conocía y otros que no he vuelto a ver jamás. Empezó a volar entre las personas moviendo las alas con tal rapidez y gracia que nos hipnotizó, algunos bajaron la mirada, los niños corrían tras ella, otros se abrazaban. La melodía había vuelto a sonar, pero esta vez en un tono casi imperceptible; las escamas dejaron de brillar y el ser abrió la boca quedándose estático, la mariposa cayó a los pies de un hombre joven, que empezó a sudar y mientras rezaba empezó a llorar. De pronto se desvaneció. Aquellos que se habían abrazado, volvieron a hacerlo.

El ser empezó a caminar y sus compañeros lo siguieron en silencio. Con el tiempo me acostumbré a la canción y su significado, cada que la oía me subía al árbol más alto que mi padre me permitía, creía que la mariposa no podría volar hasta mí. Cuando la gente señalada por el insecto, corría o intentaba escapar, la niña los seguía y se los comía a mordidas, podíamos escuchar cómo arrancaba la piel y los huesos crujían, todo ello sin dejar de marcar el ritmo. El hombre ciego solía guiar a los ancianos, el sonido de su flauta era en esos casos más alegre.

Sólo en un par de ocasiones había presenciado la muerte de bebés; la mujer actuaba en dicho proceso, mordiendo brazos y piernas hasta desangrar al infante, después lo degollaba y encadenaba su cabeza a los pies, el cuerpo quedaba en cualquier lugar.

Conforme crecí mi labor consistió en cortar pétalos para convertirlos en ofrenda para la agrupación. Con el tiempo entendí que preferían los tulipanes y jazmines, los dejaba secar a la luz de la luna y después los envolvía en un pañuelo negro. Cuando la melodía se escuchaba, corría a colocar la ofrenda cerca del río, ahí se detenían a veces después de su trabajo.

El día de mi décimo cumpleaños mi abuelo me regaló a su perro, tuve que prometerle que lo cuidaría mientras viviera y a su vez, lo heredaría a mis hijos antes de morir; creo que los perros era lo único que podíamos dejar de valor en Lua de Lume. Cuando apagué la última vela del pastel el viento trajo consigo la melodía; corrí por la ofrenda mientras el perro jalaba a mi abuelo del pantalón, lo acarició y me sonrió. Entonces, el ciego se acercó a él abuelo y después de besarle las manos se lo llevó. Al pasar a mi lado, pude ver las escamas del líder, se caían y brillaban muy poco, me miró y agachó la cabeza; la niña que reptaba me mordió un pié.

Han pasado cuarenta años y muchos muertos desde que recibí mi herencia; tengo cinco hijos y nueve nietos, he delegado mi trabajo con las flores a dos de ellos, el perro será para la primer nieta que tuve, es la mayor y se encariñó con él, creo que podrá cuidarlo mientras viva.

A diferencia de las últimas veces, hoy la melodía se escuchó hasta que ellos aparecieron en el pueblo. El ser apareció casi sin escamas, abrió la boca un par de veces, agitó las manos y los demás mantuvieron la melodía, sentí miedo como la primera vez que los había visto. Por fin escapó la mariposa, revoloteaba sin dirección, entonces reconocí su destino; los ojos de mi nieta mayor se llenaron de lágrimas y empezó a correr, la niña la perseguía riéndose mientras reptaba en círculos y le lamía las piernas. El insecto estaba a punto de rendirse, supe que ella intentaría escapar y conocía el resultado de tal intento. Tomé una decisión.

Corrí hacia mi nieta, empujando a los curiosos y atrapé la mariposa, la niña se aferró a mis piernas y me tiró, mordisqueaba mis manos, tragándose un par de dedos, supe que lograría quitarme el insecto, así que lo metí a mi boca y lo mastiqué, las alas seguían moviéndose y las patas me hicieron estornudar. El ser me miraba desde su lugar, suspiró y sus escamas volaron, dio unos pasos hacia mí mirándome fijamente, entonces lo comprendí todo.

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Hoy regreso a Lua de Lume, vengo por mi nieta. Ésta vez no intentará escapar, lo veo en sus ojos, está cansada y quiere irse. Ha elegido a uno de sus bisnietos para que cuide al perro, sin embargo ha estado toda la tarde sentado entre sus pies, ella lo acaricia y le dice que cuide a sus hijos, sabe que ellos no entenderán lo que sucede.

Abro la boca y la mariposa vuela.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

BRILLO

Sus ojos recorrieron el cuerpo que yacía inmóvil entre las piedras. La piel morena había palidecido y aún en su rostro la expresión de terror permanecía. La tomó en sus brazos, sintiendo apenas su corazón latir. A la luz de los faroles su rostro adquirió una infanitil expresión: la joven desmayada parecía perder años con el pasar de los minutos.

La acomodó en el carruaje y salió a toda prisa. El sol amenazaba con llegar mientras piedras y polvo volaban a su paso. En el trayecto, el joven caballero soñó con su sonrisa, con el roce de esos labios en sus labios.

Vuela la noche, vuela el carruaje entre caminos perdidos, vuelan los brazos del amante hacia su amada, depositado queda un beso en la frente de aquella que duerme.

Brillan los ojos al abrirse, brilla el contorno de su rostro, brillan los colmillos al contacto con la piel, brilla la sangre que el caballero ofrece.

‘Haz de mí el compañero de tus noches’, dice mientras la vida le abandona...

Perla Guijarro

Directriz: Vampiros

Taller de Creación Literaria

Sábado 25 de Octubre de 2008

COCINA

Desnuda tu cuerpo en la cocina,
entre los cubiertos derrama tu dulzura.

Una onza de besos,
tres cuartos de caricias,
cocer a fuego lento como dictan las recetas.

Licuemos el deseo en una taza,
vaciemos nuestros nombres en un plato
comamos el platillo de la carne
en dos porciones para un rato.


Viernes 30 de mayo de 2008.

martes, 25 de noviembre de 2008

Directriz de la semana: Lodo




La directriz para el siguiente sábado es: Lodo.
Propuesta por: Marko


lunes, 24 de noviembre de 2008

MANOS 1

MANOS

suave tu piel
toda yo mil manos


lorena illoldi

Libros recomendados por Alfredo Marko


Título: Relámpagos de Agosto
Autor:
Jorge Ibarguengoitia
Año:
2002, Enero
Editorial: Fondo de Cultura Económica Española
Comentarios:
ISBN: 84-8966-662-8





Título: Maigret (Maigret se enfada)
Autor: Georges Simenon
Año: 1973
Editorial: Louis de Caralt
Comentarios:






Título:
Siete Pecados Capitales
Autor:

Año:
Editorial:
Comentarios:



Directriz: Manos


Inservibles; al momento de acercar la mano a cualquier objeto sus dedos desaparecían, las partículas se dispersaban haciéndolos invisibles; una fuerza inexistente no dejaba que tocara cualquier cosa.
Incapaz de sentir el mundo, murió.



Carlos Vargas
Directriz: Manos
Taller de Creación Literaria
Sábado 22 de Noviembre de 2008